Tiago Silvio DEDONÉ; Patricia Helena de Ribeiro MUNHOZ COSTA y Peri MESQUIDA
RIAEE – Revista Ibero-Americana de Estudos em Educação, Araraquara, v. 18, n. 00, e023034, 2023. e-ISSN: 1982-5587
DOI: https://doi.org/10.21723/riaee.v18i00.18009 13
de la crítica del conocimiento propio de la fenomenología, "Todo conocimiento [...] cada
conocimiento elegido como punto de partida es cuestionado" (HUSSERL, 2000, p. 24, nuestra
traducción).
Mientras que la fenomenología sitúa el fenómeno en sus diversos contextos, entre
paréntesis, la hermenéutica busca los significados de significantes, la fenomenología sitúa al
sujeto activo al observar el fenómeno. Mientras que la hermenéutica comprende y aprehende el
fenómeno en su totalidad; Y, finalmente, la fenomenología busca la eidética (esencia), mientras
que la hermenéutica comunica la intención velada.
Ambos métodos están en busca de la verdad:
La verdad es lo que ilumina al sujeto; La verdad es lo que te da
bienaventuranza; La verdad es lo que te da tranquilidad de alma. En resumen,
en la verdad y en el acceso a la verdad, hay algo que completa el sujeto mismo,
que completa el ser mismo del sujeto y que lo transfigura. En resumen, creo
que podemos decir lo siguiente: para la espiritualidad, un acto de
conocimiento, en sí mismo, nunca podría dar acceso a la verdad si no estuviera
preparado, acompañado, duplicado, consumado por una cierta transformación
del sujeto, no del individuo, sino del sujeto mismo en su ser de sujeto
(FOUCAULT, 2006, p. 21, nuestra traducción).
El diálogo entre los dos métodos, por lo tanto, está hecho por la posibilidad de
complementariedad entre los movimientos de cada método, como podemos observar en el
pensamiento heideggeriano. Heidegger, filósofo alemán, al reflexionar sobre el significado del
ser, trabaja con tres conceptos centrales: humanismo, verdad y esencia. Por lo tanto, estas son
palabras recurrentes en las lecturas heideggerianas. Sobre la esencia del SER, dice el filósofo:
Me refiero al Ser incluso si, voluntariamente, tiene poder sobre el pensamiento
y, por lo tanto, sobre la Esencia del hombre, es decir, sobre la re-referencia del
hombre al Ser. Poder algo significa: pre-servirlo en su Esencia, con-servirlo
en su elemento (HEIDEGGER, 1967, p. 30, nuestra traducción).
Por lo tanto, en la perspectiva heideggeriana, la esencia del Ser está en su humanización
por su conexión con el mundo, con la realidad que lo rodea y con los sujetos. Lo que dialoga
con el pensamiento de Freire de que el ser humano es un ser histórico y social, necesita por lo
tanto relaciones dialógicas e interacción con la naturaleza conectándose con uno mismo:
Entendemos que, para el hombre, el mundo es una realidad objetiva,
independiente de ella, posible de ser conocida. Es fundamental, sin embargo,
que el hombre, siendo de relaciones y no sólo de contactos, no esté sólo en el
mundo, sino con el mundo. Estar con el mundo resulta de tu apertura a la
realidad, lo que te convierte en la entidad de relaciones que eres (FREIRE,
1980, p. 39, nuestra traducción).